Péndulo. Papeles de Bastitania, 22-23 (2021-2022), pp. 241-256

Resumen

Estudio de la casa de los Penalva de Huéscar, de estilo modernista pero también de las otras corrientes artísticas de finales del s. XIX y principios del XX. Se describe el inmueble acompañado de una gran selec­ción de fotografías para ilustrarlo. Y se termina con algunas consideraciones a falta de un estudio defini­tivo de la casa.

Palabras clave: Arquitectura, Modernismo, Difusión del patrimonio, Huéscar, Claudio Penalva Jiménez, Ju­lián Ruíz Alemán.

Introducción

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Historia de la casa

Iniciado el siglo XX, hacia 1908-1910, Don Claudio Penalva y familia, propietarios de varias edificaciones, de la conocida como “Cuesta (de los) Mesones”, deci­den construir su nueva morada, con la estructura tradi­cional de las grandes casas de esta población, a la que añadirán la particularidad de una decoración adaptada a las nuevas tendencias artísticas —modernismo—, cuyo principal referente fue el modernismo catalán y el art nouveau franco-belga. Para ello acudirán al reconocido tallista albojense, decorador en madera, piedra y yeso y constructor de muebles de lujo, D. Julián Ruiz Alemán —“…especializado en toda clase de trabajos en escayola y mármol para fachadas e interiores…” según consta en su tarjeta de visita—. Por unos datos, hallados reciente­mente, sabemos que aún trabaja en ella en 1919.

El edificio tiene planta de doble crujía en forma de “U” con un hermoso patio trasero, por el cual se conec­ta a un gran huerto.


Dibujo de la fachada, por Julián Ruiz Alemán

Descripción del exterior del edificio

El edificio tiene planta de doble crujía en forma de “U” con un hermoso patio trasero, por el cual se conec­ta a un gran huerto.

En la edificación se distinguen claramente la zona residencial principal y la zona de servidumbre (hoy hundida en gran parte).

Desde la fachada principal se distingue una distri­bución de cuatro alturas (bodega-semisótano, planta baja, primera planta y cámaras o falsas).

Al hallarse esta edificación ubicada en un terreno inclinado (cuesta del Paseo de Santo Cristo) presenta a vista de calle un diseño trapezoidal. La fachada muestra, pues, dos cuerpos verticales y tres horizontales (los respi­raderos o ventanas de la bodega están incluidos dentro del zócalo de sillares).

El diseño de la fachada está delimitado por las pilas­tras verticales, realizadas en sillares almohadillados de piedra caliza —que determinan las tres calles y las tres plantas—.

Levantada con ladrillos macizos biselados para los muros, además de los sillares, presenta interesante de­coración con rejas de hierro forjado, balconadas de mármol labrado, carpintería tallada de madera, dos cierres y profusa decoración orgánico-vegetal, en torno a los huecos de ventanas, balcones y alero del tejado, al más puro estilo modernista. La armonía de su diseño y el contraste de tonalidades de los materiales utilizados son su carta de presentación.

El zócalo de piedra es el que nivela el diseño de la fachada. Intercalados en él aparecen los accesos a la casa —cuatro— en cuya puerta principal podemos ver, amén de su diseño modernista, las iniciales talladas (C y P —Claudio Penalva—) y dos picaportes y dos tiradores bronceados de diseño geométrico. Las otras puertas — tres— son de estructura clásica con cuarterones. Las rejas de las cuatro ventanas son de hierro forjado, trenzadas y con volutas. En su parte inferior adquieren volumen en forma de “pecho de paloma”. Los vanos de las ventanas presentan una decoración de enmarcado de ladrillo re­matado en una falsa clave de este material.

La primera planta presenta una cornisa corrida, en toda su longitud en la que se embuten los ocho balcones (seis abiertos y dos cierres o miradores) des­de su base. Los balcones abiertos poseen como sole­ría una losa de mármol sustentada sobre dos “pechos de paloma” —todos ellos labrados—, cerrados por un forjado similar al de las ventanas de la planta infe­rior pero adaptado a su nuevo uso. Los vanos de las puertas de estos balcones presentan decoración or­gánico-vegetal en la mitad superior, puramente mo­dernista, como si directamente formara parte de la estructura de la casa.

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Detalles de la fachada: letras de la puerta, cierre, y ventana de la parte superior, debajo del alero del tejado

Interior de la casa

En cuanto a las dependencias interiores hay una clara distribución edificativa donde se distinguen cla­ramente las estancias principales de las ocupadas por la servidumbre. Dentro de las primeras, las de carácter más público y de uso administrativo y las más privadas (capilla, dormitorios…).

El acceso al interior de la vivienda, por la puerta principal, se hace a través de un zaguán que, flanquea­do por una puerta con diseño modernista, da acceso a un patio distribuidor, ligeramente rectangular, cubierto

en doble altura por vigas entramadas y cristal policromado. La galería perimetral está soportada por peque­ñas columnas de madera. La decoración de este espacio, en paredes y techos —estucados de temática hispanomusulmana— intenta imitar las yeserías de construcciones como la Alhambra, incluso en el centro posee una fuen­te baja de mármol blanco. Todo él está recorrido con el correspondiente zócalo de alicatado nazarí.

Desde el propio zaguán se accede, igualmente, a otras dependencias laterales (a la derecha, a una peque­ña habitación, que en su día se usó como bar. A la izquierda, la puerta —que está bloqueada— da acceso a cuatro dependencias, hoy cerradas). Estos dos espa­cios están decorados con zócalo de azulejos con dibujos geométricos variados y yeserías en techo y pared, de tipo orgánico-vegetal.

En torno a estas dependencias hay otras doce salas (con algunos detalles en modillones y plafones) y, ocul­to tras un armario alacena del despacho de la antigua “Gestoría Penalva”, un altillo o trastero, en basto.

Los enseres (mobiliario, documentación y otros ob­jetos) visibles existentes en estas dependencias son los propios de las actividades que se desarrollaban en ellas.

Los suelos son de mármol blanco en la entrada y patio distribuidor, y ladrillos hidráulicos —lisos o con dibujos geométricos— en el resto de las dependencias.

El acceso a la primera planta se hace a través de una amplia escalera, de mármol blanco, cuya balaustrada está labrada linealmente y también es de este material. Dibujo que se sigue copiando en la balaustrada de la galería superior…

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Escalera de mármol blanco y sala de visitas
Vista de la primera y de la segunda planta. Arriba, a la derecha, gárgola de la fachada (debajo del alero del tejado)


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