Esta entrada es la segunda parte del capítulo sobre la participación de jóvenes oscenses y de las comarcas de Huéscar y Baza en conflictos bélicos internacionales. La primera parte se puede ver en la entrada anterior, siguiendo el vínculo.

Cuáles eran las condiciones en las que viajaban los convoyes

    Para que nos demos cuenta de la situación en esos convoyes, leemos la cita de “Los hitos más relevantes de la guerra del Rif” de Julián Paniagua López:

Septiembre de 1924 y enero de 1925: retirada de Xauen (Fernández Riera, 2013). Meses después de Annual el ejército español había recuperado gran parte del terreno perdido en la zona este, pero no logró avanzar más. En la zona central el enclave más importante era la ciudad de Xauen, que fue ocupada por España en 1920.

 Estaba defendida por 90 blocaos dispersos a su alrededor, pero el terreno era muy montañoso y era muy difícil y arriesgado llevar los suministros de agua, alimentos y municiones.

Aunque la ciudad era defendible, el ejército español se encontraba estancado, sin poder avanzar y perdiendo continuamente dinero y soldados debido a los frecuentes ataques de los rifeños que, o bien atacaban los blocaos, o bien atacaban la línea de suministros apropiándose de todo el material.

En consecuencia, el Directorio Militar, que en aquel momento era el gobierno de España presidido por Primo de Rivera, dio la orden de retirarse de Xauen hasta la zona cercana a Larache y Tetuán y construir una línea defensiva que protegiera la retaguardia. Esta retirada tuvo fuertes críticas en el interior del ejército, entre otros por el general Goded (Goded, 1932: 18). Las autoridades francesas se quejaron del aparente abandono y los periódicos británicos publicaron que Abd-el-Krim había ganado la guerra (Sueiro Seoane, 1993: 125-181). La situación se complicó aún más porque la kabila de Anyera, la que está más al norte, se rebeló, por lo que al principio no funcionó del todo la línea de protección de la retaguardia.[1]

                                      

J. Paniagua López

[1] Paniagua López, J. “La última batalla de la guerra del Rif”. Guerra colonial Revista Digital 3 (2018), 63-81, p. 68.

                            



La columna del coronel Julián Serrano Orive

Francisco Laguna García continúa desarrollando ese tipo de servicios hasta que el 20 de agosto de 1923, cuando lo envían a Dar Acobba, en donde estaba la Columna del Coronel don Julián Serrano Orive[1]; en ese puesto sigue preparando y dirigiendo convoyes a distintas posiciones.[…]

El 28 de diciembre de 1923, sale para Xauen, donde siguió al mando de los convoyes para las posiciones de aquel sector.

                                       Convoy de víveres, camino de Xauen[2]

“En la guerra de Marruecos “el peligro acechaba siempre a las patrullas, a las guardia, a las aguadas y convoyes, en forma de disparo de francotirador emboscado tras unas piedras o chumberas […]. Había un tráfico y contrabando de armas importante, perseguido por las autoridades españolas, pero difícil de controlar”[3]

    Atienza Peñarrocha.

 

[1] El general Julián Serrano Orive, que tenía el mando del regimiento de Ceuta desde 1919. En 1922, “dejó el mando del Regimiento de Ceuta. Fue general de brigada desde 1924: se encargó de una brigada con la que continuó en la campaña africana, sirviendo siempre en las vanguardias, hasta que el 19 de noviembre de 1924 resultó mortalmente herido cuando cubría valerosamente y en primera línea de fuego la retirada de Zoco el Arbaa”.Ver https://dbe.rah.es/biografias/55190/julian-serrano-orive

[2] Fotografía de Mundo Gráfico, 8 de octubre de 1924, p. 12. BNE.

[3] Atienza Peñarrocha, A. «Africanistas y junteros: el Ejército español en África y el Oficial José Enrique Varela Iglesias». Tesis Doctoral. Universidad de Valencia, 2012, p. 130.

Francisco Laguna. Preparación, organización y conducción de convoyes

Después, Francisco Laguna regresa a Tetuán, y permanece allí del 28 de mayo al 23 de junio de 1924. Ese día 23 sale para Ben Karrich donde se queda preparando y organizando convoyes, de nuevo, y los conduce a las posiciones señaladas: Buharrax, Zinat, Taranes, collado de Afernun, monte Adrú y otras.

El 23 de julio de 1923 sale para Xauen, pernoctando en Zoco El Arbaa. Llegó a Xauen el 24 de julio de 1923, y, allí preparó y dirigió convoyes para Dra-el-Asseff, Miskrela, y otras posiciones.

Las aguadas, una tarea imprescindible de los convoyes:


Camino abierto desde la posición de Zinat hasta la aguada, en donde se abastecían los defensores del recinto, cuyo cerco fue roto por nuestras tropas en las acciones de Xauen.

(Fotografía y texto de Mundo Gráfico, 8 de octubre de 1924, p. 12. BNE.)



La importancia de la Caballería

La caballería protegía los convoyes[1]

Tras el desastre de Annual, en 1921, “Melilla está en grave peligro de caer en manos de los rifeños, pero la pronta reacción del ejército español con el rápido envío de la Legión, los Regulares y fuerzas peninsulares, salva la situación. […]

El Alto Comisario, general D. Dámaso Berenguer, diseña un plan de operaciones en cuatro fases: 1. En la zona oriental, recuperar la situación anterior a la retirada de Annual. 2. En la zona occidental, someter las cabilas rebeldes y reducir a El Raisuni. 3. Desembarcar en Alhucemas. […]

El 13 de septiembre de 1923 se produce el golpe de estado del general D. Miguel Primo de Rivera, que se hace con el poder y se plantea la posibilidad del abandono de Marruecos y el repliegue de las fuerzas. Tras una visita a la zona de operaciones, modifica sus planes de abandono y ordena un repliegue en la zona occidental sobre la llamada “Línea Estella” o también “Línea Primo”, repliegue que se conoce como la retirada de Xauen, que se lleva a cabo en 1924 con grandes dificultades y sensibles pérdidas. Abd-el-Krim ocupa la ciudad santa y coge prisionero a El Raisuni.[2]

(F. Ramos Oliver)

[1] Escuadrón de la Mehala en misión. Fotografía de la colección de Guillermo Serrano Sáenz de Tejada. Extraída del libro Serano Saénz de Tejada. G. De la guerra de Marruecos y el combate que no debió ser. 2013. Ministerio de Defensa., p. 187.

[2] Ramos Oliver, F. “Las guerras de Marruecos”, en Martínez-Radío, E. (ed.) Aportaciones a cinco siglos de historia militar en España,  Centro Asociado de la UNED de Asturias, vol. XVII, pp. 165-186, p. 179.

El joven bastetano Eduardo Gómez Romera, sirviendo en caballería

Eduardo Gómez Romera, nacido en Baza, en 1901, prestó el servicio militar también en la Guerra de Marruecos. Pertenecía al Regimiento de Cazadores Villarrobledo, 23º, de Caballería, tercer Escuadrón (creado en 1875).

Durante seis meses estuvo preparándose en Badajoz, con su Escuadrón .

Del expediente militar de Eduardo Gómez, proporcionado por el el Archivo Militar de Guadalajara:

El 29 de septiembre de 1924, parte el Escuadrón Expedicionario de este Cuerpo con destino a Sevilla. Después fue embarcado rumbo a Ceuta, en el vapor “Capitán Sagarra”. Pernoctan en el Cuartel del regimiento de caballería Vitoria.

Prestó servicio de protección de la carretera al Puente internacional.

El día 6 de octubre salió a reforzar las fuerzas que conducían un convoy a Sequella, sosteniendo fuerte tiroteo frente al enemigo.

El día 8 asistió a establecer un blocao en el lugar de la agresión del día 6, sosteniendo fuego con el enemigo.

El día 9 de octubre, llevaron un convoy a la posición de Bilar y Sequella.

El día 11 prestó servicio de protección de carreteras. En este servicio, fue agredida por el enemigo una de las patrullas, muriendo cinco soldados, matando tres caballos e hiriendo uno.

[…] El 18 de octubre dio protección a una Batería ligera que se incorporaba a R’gaia […]


Pintura de Ferrer Dalmau. Carga de caballería en la guerra de Marruecos

En Xauen, 1924

Desde el 1 de enero de 1924 al 2 de junio, Francisco Laguna estuvo en Ben Karrich, desarrollando su servicio de convoyes a distintas posiciones: Buharrax, el monte Abru y el collado de Afernun.

El 2 de junio de 1924, Francisco Laguna sale con la Compañía para Xauen, donde quedó prestando servicio de convoyes al blocao[1] de Miskrela,  el de Dra-el-Asseff, el campamento de García Uria y Taguesut.

Hasta el día 1 de julio de 1924, cuando salió para el campamento de García Uría, tomando parte en las operaciones del día 2 de julio.

El 28 de julio, Francisco Laguna regresó con la Compañía a Taguesut, donde prestó servicio de protecciones y parapetos, hasta el 6 de septiembre, que fue evacuado, llegando a Xauen, donde quedó prestando servicio.

El día 16 de noviembre fue evacuado de dicha posición, llegando el día 20 a Zoco-Arbaa, y el 21 a Ben Karrich, donde quedó prestando servicio.

[1] Un blocao es una fortificación pequeña y precaria de sacos terreros levantados en mitad de la nada y separados muchos kilómetros unos de otros por la extensión de la región que se ha de defender.


La prensa de la época

Diario La Opinión. Madrid. Edición del 9 de septiembre de 1924.

La posición de Buharrax llevó un convoy al blocao Gallego, y por la tarde salió una compañía para una aguada. Esta compañía ahuyentó y persiguió a la guardia enemiga, ayudada por una compañía de Granada, que consiguió resistir el violento ataque enemigo y hacer la aguada, con solo tres heridos.

 


Un grupo de legionarios y regulares defienden una posición, Guerra del Rif[1]


[1] Fotografía recuperada de la Revista Desperta Ferro. https://www.despertaferro-ediciones.com/2020/el-espiritu-de-la-muerte-la-guerra-del-rif-legion-espanola-capitan-arredondo/

 


La evacuación de Xauen


El día 10 de diciembre de 1924, Francisco Laguna marchó a la posición de Xauen para establecer la posición de Beni-Kaled y otros blocaos. Regresó el día 11 de noviembre a Tetuán, y el 13 a Ceuta, donde siguió prestando servicios.

El general Federico Berenguer se quedaría en la reserva, en Ben Karrish[1]. Castro Girona tuvo grandes obstáculos en su avance por las montañas, así que bajó de ellas y se unió a la que avanzaba por el valle. Otra columna salió desde Larache, al mando del coronel González Carrasco, pero no pudo abrirse paso hasta Xauen, y tuvo que retroceder desde el Zoco el Jemis, en Beni Aros. Mientras tanto, los puntos vitales de la carretera a Xauen, Dar Akobba, Xeruta y el Zoco el Arbaa, seguían cercados, y no fueron liberados hasta el día 28 de septiembre por la columna del general Serrano. Mientras, en Gomara, el 27 de septiembre, se evacuaban Targa y Magán. El 29 de septiembre llegaron al Zoco el-Arbaa, a medio camino de Xauen. Primo de Rivera, que vigilaba la operación desde la retaguardia, sufrió una emboscada en Ben Karrish […][2]

La evacuación de Xauen

Abd el-Krim, consciente de las dificultades de los españoles, decidió repetir su golpe de Annual en Xauen. La retirada de Xauen duró seis semanas, y se hizo contra reloj para evitar la estación lluviosa. El 16 de octubre, Primo de Rivera asumió el cargo de Alto Comisario y con él el mando supremo y por tanto, toda la responsabilidad del ejército y de la operación. La retirada no estaba bien vista entre los africanistas: se abandonaba territorio que había costado mucha sangre y mucho dinero, pero las órdenes se cumplían. El 26 de octubre se evacuó sobre Xauen todo el sector de Dráa el Assef.[…]

En la noche del 15 de noviembre, la mayor parte de las tropas españolas abandonaron Xauen. La vanguardia, al mando de Castro Girona, llegó al Zoco el Arbaa el 18 de noviembre. El resto, unos 40.000 hombres, estaban entre el Zoco y Xauen.

La retaguardia, en Xauen, estaba al mando de Franco, con la Legión cubriendo la retirada; salieron de Xauen en la medianoche del 17. El día 19 de noviembre estallaron las tormentas de otoño y las lluvias convirtieron los caminos en cenagales. Siete mil rifeños, a las órdenes de Mohamed Abd el-Krim, de las cabilas de Ajmas, Beni Aros, Beni Ider, Beni Hassan, y otras, atacaron a los españoles. Mientras tanto, Castro Girona llegó a Ben Karrish, pero a su espalda, las tropas españolas se abrían paso luchando cuerpo a cuerpo.

En Dar Koba, los españoles fueron rodeados y diezmados. En Sheruta, murieron unos mil soldados, entre ellos el general Serrano. Con grandes penalidades, arrastrando por el barro los heridos y los cañones, las tropas consiguieron llegar a Zoco el Arbáa. Allí aguardaron tres semanas, sitiados, esperando a que mejorara el tiempo y soportando continuos ataques.

Allí fue herido el general Federico Berenguer. Faltaban suministros, adiestramiento y moral. Parte del equipo tuvo que ser abandonado. A mediados de diciembre se habían abandonado ciento ochenta puestos. Los bereberes de la región atacaban a los españoles en retirada para obtener botín, igual que había pasado en Annual.

La carretera de Xauen a Tetuán es de 65 km muy accidentados, entre barrancos y hondonadas ideales para un combate de guerrillas. Se sufrió mucho para mantener la carretera abierta, así como las columnas que por los flancos protegían la evacuación de las guarniciones más alejadas.[3]

A. Atienza Peñarrocha

[1] Hay múltiples vacilaciones en la escritura de los topónimos árabes de esta época (Ben Karrich/ Ben Karrish; Arbá /Arbaa; Asef/Assef, etc.)

[2]  Atienza Peñarrocha, A. Africanistas y junteros: el ejército español en África y el oficial José Enrique Varela Iglesias. Universidad Cardenal Herrera. CEU. Tesis doctoral, 2012. Repositorio institucional., p. 512.

[3] Atienza Peñarrocha, A, Op. cit., p. 513.



Grupo de soldados que se defendieron la posición de Zinat[1]

La estación de la vía férrea de Zinat, convertida en fuerte torreta por los defensores de la posición, que pudieron resistir.


[1] Fotografía de Mundo Gráfico, 8 de octubre de 1924, p. 12. BNE.

[2] Ibíd.




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